Tradiciones españolas del Día de Todos los Santos

Tradiciones españolas del Día de Todos los SantosCalabazas, brujas, fantasmas, esqueletos… Estos son los ingredientes para una fiesta de Halloween apropiada, tal como la celebran en los países anglosajones. Pero en España, la tradición católica ha marcado hasta tiempos recientes la fiesta del Día de Todos los Santos.El 1 de noviembre es costumbre visitar el cementerio para limpiar las tumbas de los seres queridos y dejarles flores frescas, especialmente crisantemos. Pero no todo es triste y fúnebre. Estas son algunas tradiciones españolas divertidas para celebrar estas fechas.

 

HUESOS DE SANTO, BUÑUELOS DE VIENTO, PANELLETS…

La comida española para la noche de las brujas no tiene nada que envidiarle a los dulces anglosajones: huesos de santo, buñuelos de viento y panellets son lo más tradicional. Pero también se pueden degustar rosquillas de anís y patatas asadas en Salamanca, borrachillos en Andalucía (roscos), rosaris en Mallorca (rosarios hechos de caramelos y azúcar), pestiños en Jaén o migas de niño en Castilla-La Mancha.

 

DON JUAN TENORIO

Es común representar esta obra clásica en las fechas próximas al Día de Todos los Santos. Es muy apropiada para la ocasión, ya que la escena más famosa del Don Juan transcurre en un cementerio en el que se producen apariciones de los muertos. Es una tradición que compartimos con los mexicanos, aunque en los últimos tiempos parece que está perdiendo terreno frente a la fiesta pagana.

 

PROTAGONISTA: LA CASTAÑA

Del 1 al 11 de noviembre, se celebra en el norte de España y algunas regiones del sur (Extremadura, Toledo) la castañada, celebración centrada en un fruto muy otoñal: la castaña. Se asan varias en las brasas de una hoguera, solas, con miel o cocidas en leche, acompañadas de otros frutos y dulces de temporada como boniatos, higos, nueces, bellotas, granadas, dulce de membrillo, pastel de calabaza, y de bebida sidra dulce. En Cataluña, Valencia, Baleares y Aragón, lo típico es el moscatel. Es común tiznarse la cara con los restos de la hoguera o saltar las llamas, ya que trae suerte. La velada se ameniza contando historias o cantando canciones populares.

 

EL CAMINO DE LAS ÁNIMAS

Las almas de los muertos no quedan olvidadas. En Begíjar (Jaén), entre el 31 de octubre y el 2 de noviembre, los jóvenes salen con cazuelas de gachas a la calle para tapar con ellas las cerraduras de las casas e impedir la entrada a los malos espíritus. En los hogares iluminan el camino a las ánimas de los difuntos con mariposas de aceite en las ventanas, y pasan la noche comiendo sus tradicionales tortillas con chocolate. En Alicante, se ponen velas en las ventanas desde el 28 de octubre para indicar la ruta a las almas de los muertos. En el norte de Córdoba también se hace, y se ameniza la “vigilia” con gachas de leche.En Canarias recuerdan de otra manera a los que se han ido. El 2 de noviembre celebran Los Finaos (“finados”, difuntos). Las familias se reúnen y cuentan historias de los parientes fallecidos mientras comparten piñones, nueces, castañas y almendras acompañadas de vino dulce, anís y ron miel.

 

COMO EN HALLOWEEN…

En muchas ciudades y pueblos de Galicia (como Cedeira, O Vicedo o Narón) celebran algo parecido al Halloween de EEUU.Debido al arraigo celta, del que derivan también las tradiciones anglosajonas, los gallegos han tenido siempre algunas costumbres de Halloween: se visten de seres mágicos para confundirse con ellos (ya que la víspera del Día de los Difuntos corren entre los vivos), piden dulces de casa en casa, y tallan calabazas en forma de cara para ahuyentar y despistar a los espíritus.También hacen una procesión de muertos o ánimas que vagan por la noche errantes por los caminos en busca de las almas de los que han fallecido.